Podemos afirmar que los sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS) de las centrales solares marcarán el futuro de la tecnología. Porque los nuevos tipos de baterías, la integración de la inteligencia artificial y los sistemas híbridos aumentan el rendimiento, la eficiencia y la sostenibilidad de los BESS. Aunque las normas existentes, como la IEC 62933-2-1, respaldan estos avances, las tendencias del sector están ampliando los límites del almacenamiento de energía. En este artículo, hablaremos de las innovaciones en la tecnología BESS y de la futura dirección de la integración con la energía solar, a pesar de que todavía (abril de 2025) no hay ninguna central eléctrica con licencia instalada en Turquía.
Tecnologías de baterías de nueva generación
Pilas de estado sólido y de flujo
Aunque las baterías de fosfato de hierro y litio (LFP) son actualmente habituales, las baterías de estado sólido y las baterías de flujo son la comidilla del futuro. Las baterías de estado sólido ofrecen una mayor densidad energética y seguridad al utilizar un material sólido en lugar de un electrolito líquido, y superan más fácilmente las pruebas de embalamiento térmico de la norma IEC 62619. Estas tecnologías prometen soluciones de almacenamiento más duraderas y flexibles en las centrales solares.
Optimización con inteligencia artificial
Evolución de EMS y BMS
La inteligencia artificial (IA) está transformando el sistema de gestión de la energía (EMS) y el sistema de gestión de baterías (BMS) de los BESS. Los parámetros de rendimiento de la norma IEC 62933-2-1 (por ejemplo, una eficiencia de ida y vuelta del 98%) pueden optimizarse en tiempo real con la IA. Por ejemplo, en una central eléctrica, un SGE impulsado por IA puede hacer que la distribución de energía sea un 10% más eficiente prediciendo las horas de máxima demanda. Esto se traduce tanto en ahorro de costes como en estabilidad de la red. De hecho, podemos decir que la otra línea de negocio que liderará el desarrollo de los sistemas de almacenamiento será la tecnología y el software.
En el futuro, no se espera que el BESS funcione solo, sino en sistemas híbridos. El exceso de electricidad generado por la energía solar puede convertirse en hidrógeno (H2) y almacenarse, lo que resulta ideal para el almacenamiento de energía a largo plazo. Aunque las directrices medioambientales de la norma IEC TS 62933-4-1 contemplan la producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono, el sistema de 10 MW de la especificación técnica puede ampliarse con un enfoque híbrido. Por ejemplo, almacenamiento a corto plazo con BESS durante el día, mientras que el exceso de energía puede convertirse en hidrógeno y almacenarse durante semanas. Esto ofrece una solución a las fluctuaciones estacionales de la energía solar.
Tendencias y previsiones mundiales
Aumento de la capacidad e innovaciones
El mercado del almacenamiento de energía está creciendo rápidamente; la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) calcula que la capacidad mundial de BESS se duplicará para 2030. Este crecimiento está respaldado por la comercialización de nuevas tecnologías. Por ejemplo, se espera que las baterías de estado sólido entren en producción masiva en 2025 o que los sistemas basados en inteligencia artificial se generalicen. Podemos afirmar que las centrales solares se volverán más fiables y escalables con estas tendencias.
Visión de futuro y conclusión
El futuro de los BESS se centra en maximizar el potencial de la energía solar a través de la innovación tecnológica. Las baterías de estado sólido, la optimización de la IA y los sistemas híbridos están dando paso a una nueva era del almacenamiento de energía. Mientras que las normas CEI guían estos avances, documentos como las Especificaciones Técnicas sientan las bases para las aplicaciones prácticas. El almacenamiento de energía será una cuestión crítica en el futuro.
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